Mi amiga Esther, dice que ha
recibido la invitación de una empresa para realizar una presentación
en el salón de un conocido hotel y me pide que la acompañe porque
que a su marido, esas cosas no le interesan.
Al día siguiente nos fuimos a
la presentación. Hicimos una larga cola de gente jubilada.
Al llegar a la puerta del
salón, el encargado nos pide la invitación. Mi amiga entrega la
suya, yo no la tenía.
- No pueden entrar!! - Dice el
encargado.
- Y porqué? - Pregunté.
- Porque ella tiene invitación
pero no tiene pareja y usted no tiene invitación!
Segundos de silencio que rompí
diciendo:
- Mire hombre, ella tiene la
invitación y yo no, sabe porqué?
- No!!
- Muy simple, porque somos
pareja.
- Pero...
- Pero nada, acaso no podemos
ser pareja? Quién nos prohíbe?
El hombre nos miró asombrado
y sin decir nada, hizo un ademán con la mano y nos dejó pasar.
Mi amiga me miró con los ojos
tan abiertos que parecían dos platos con huevo frito y luego le
atacó la risa.
Le dije:
- Esther, disculpa por decir
eso pero, la verdad es que hacer una cola tan larga para nada?...
Tomamos asiento y nos
tragamos una hora de presentación.
- “Hoy presentamos esta
maravillosa y eficaz máquina para eliminar la suciedad y los
ácaros... Su diseño único combina las mejores características
para una limpieza increíble...”
Entonces nos muestran un
aparato tan grande, que tenía forma de un robot de la guerra de las
galaxias.
Pero nosotros, solo por esta
vez, te lo damos por el increíble precio de 2.500€”
Murmullos en la sala…
Luego salen unos jóvenes con
sus respectivas carpetas y uno se sienta en frente nuestro. Trata de
convencernos para comprar el dichoso aparato aspirador y mata ácaros,
nos ofrece realizar el trámite para solicitar un préstamo del
Banco, por supuesto sin intereses y a pagar en cómodas cuotas…
Digo:
- Pero, son 2.500€ eso es
mucho dinero, al final lo que nos ofrecéis no es más que una
aspiradora y la verdad es que yo me apaño muy bien con la mía que
costó 35€.
- Chicas, como han escuchado
este aparato es tecnología de última generación y lo pagarán sin
sentir.
- Joven, la verdad es... Para
qué voy a endeudarme con el banco, solo por comprar un aparato tan
grande que ni siquiera lo voy a poder montar y lo más seguro es que
se quede en el trastero, eso si le encuentro un lugar para guardarlo?
Al final de tanto tira y
afloja y por no hacer el feo, mi amiga compró una estufa, que
también la ofrecían, la misma que ahora está archivada en su
trastero, porque consume una barbaridad de luz.
Bueno... total, sólo pago
120€, como si fuera poco. Vaya invitación!!!
© Maria Eugenia Rojas Alegría
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