MADRE MÍA... MI ANGEL DE LA GUARDA
(María Eugenia Rojas Alegría)
Madre mía,
me enseñaste a respirar dentro de ti,
me llenaste de ternura y amor y así crecí.
Con La melodía de tu voz y tu hermosa sonrisa
aprendí a vivir, aprendí a existir,
aprendí a saber que tu eres
el ser mas maravilloso que existió.
Siempre guiaste mi vida, mi razón, mi fe,
me enseñaste a envolver el mundo con
un papel de amor y servir a mi prójimo
y agradecer a Dios.
Madre mía,
fuiste, eres y serás siempre el
pilar fundamental de mi vida,
el cimiento fortalecido con ese amor tan grande
que tu sentías por la vida, por mi,
por la gente desprotegida
y por los animales que siempre les diste acogida.
Madre mía,
a ti que nunca quise decir adiós,
te doy las gracias por ser el alma de mi vida,
mi primer pensamiento, mi última oración.
Madre mía amada,
para ti mi plegaria con todo el amor
que me enseñaste y que me diste,
porque ahora tú eres
mi Ángel de la Guarda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario