“Soy Mabruke, tengo 1 año, vivo en un lugar de África, con mi madre y mis abuelos, ellos me quieren mucho.
Mamá me dijo, que nos iríamos de viaje a un mundo nuevo llamado Europa, porque quiere darme lo mejor y quiere verme crecer sano y hermoso, educarme en esos grandes colegios y ser feliz, dijo que nunca había visto el mar, pero ahora los dos vamos a cruzarlo, mamá tenía mucha ilusión, estaba nerviosa pero feliz.
A la mañana siguiente, mamá me alzó en brazos y salimos muy temprano, llegamos a un barco, dijo que se llamaba “patera”, subimos, dentro habían muchos hombres, unas pocas mujeres y dos niños más.
Mamá se sentó y yo me pare, pero no podía moverme porque esa patera estaba llena, me asusté mucho, mamá con su cariño y ternura me tranquilizó, me dio la leche y me dormí.Cuando desperté estábamos navegando, mamá me mostró el mar, había agua, mucha agua, no puede tocarla, no había espacio.
Todos estaban sentados hablaban cosas que no entendía, muchos se quejaban, otros lloraban.
Pasaron muchos días, esos hombres que iban con nosotros, empezaron a indisponerse, decían que tenían mareos y otros vomitaban, los otros niños lloraban, por el día hacía mucho calor y por la noche mucho frio, me ardía todo el cuerpo, mamá trataba de que yo estuviera bien, pero ya no sentía ganas de hacer nada, tenía mucha sed y hambre, mamá se veía mal, ya no tenía fuerzas, apenas me sostenía.
Vi que arrojaban algunas personas al mar, decían que habían muerto.Mamá, este es el mundo nuevo? Quiero volver con los abuelos.
Cerré mis ojos sentía mucha sed, me dolía y me ardía el cuerpo, mamá no puedo moverme, que me pasa?
Volví a despertar mucho mejor, ya no sentía nada, vi a mi mamá sacudir un pequeño cuerpecito, gritaba Mabruke despierta!
Pero, mamita aquí estoy, no me ves?
Me sentí flotando, vi una luz muy blanca, no veía a mi mamá, la busque con la mirada, me eché a llorar.
Escuche decir mi nombre. ¡Era mi mamá!, ella corrió a cogerme en brazos.
Mi niño, mi Malbruke ahora estamos juntos para siempre, ya no sufriremos mas, no pudimos llegar a Europa, pero ahora, creo que estamos en un lugar mucho mejor, no tenemos sed, ni hambre y nada nos duele...Malbruke, mi niño amado, perdóname por no dejarte crecer en nuestra amada tierra, cerca de los abuelos, aunque no teníamos muchas cosas, pero vivíamos felices.
Perdóname Mabruke, perdóname por haberte hecho sufrir, en esa maldita y horrorosa travesía que no nos llevó a ningún lado, hijito, me engañaron, me dijeron que no había riesgo y que seriamos libres en Europa, me quitaron todo el dinero que había conseguido con tanto sacrificio, me vendieron falsas esperanzas.
Perdóname hijo mío, por no llegar a ningún lugar y por no poder retornar a casa, perdóname.
Mabruke, ojalá puedan encontrar nuestros cuerpos, y que los abuelos se enteren de nuestra partida, sin llegada y sin retorno"
MORALEJA:
No dejemos que jueguen intencionadamente con los sueños de mucha gente, vendiendo grandes mentiras y engañando con promesas falsas.
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