Cuentos y relatos de Mau * Maria Eugenia Rojas Alegria
Mis vivencias traducidas en cuentos y relatos.
domingo, 31 de agosto de 2025
La Vida de una Calabaza 🎃
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María Eugenia Rojas Alegría
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8/31/2025 02:27:00 p. m.
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lunes, 1 de enero de 2024
Feliz Año Nuevo 2024❤️
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María Eugenia Rojas Alegría
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1/01/2024 05:33:00 p. m.
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miércoles, 30 de diciembre de 2020
💜 FELIZ Y BIENVENIDO 2021 💜
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María Eugenia Rojas Alegría
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12/30/2020 01:36:00 a. m.
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lunes, 6 de abril de 2020
Hubo un tiempo
La historia que gira en un constante antagonismo entre el bien y el mal, nos explica que, cuando DIOS creó al hombre lo lleno de dones, lo hizo rico, sabio, fuerte, feliz, inmortal. Fue hecho libre, capaz de decir no.
Y hubo un tiempo en que cayó inducido por una serpiente, el demonio lo indujo a desobedecer y como resultado, el hombre de rico se hizo pobre, de sabio se hizo ignorante, de fuerte se volvió débil, de feliz se hizo desgraciado, de inmortal vino a ser mortal; se cubrió de sombras y dolor en todas las manifestaciones de la enfermedad, la angustia, la depresión, las envidias, los odios y la violencia.
Pero, hay un tiempo en que podemos volver a ser lo que DIOS quiere que seamos, y es muy fácil, solo tenemos que dejar nuestro ego, vivir la vida con alegría, sentir felicidad, apartar de nosotros las iras, enojos, mal genio, repitiendo el nombre de JESÚS. Él limpiará nuestra alma de todas las manchas estampadas por el pecado y la llenará de una luminosidad tan viva como el sol y seremos habitantes dignos de una tierra creada por DIOS.
Debemos servir y no servirnos, debemos dar oportunidad y no negarla, debemos respetar y no ofender, debemos orar con fervor, debemos permitir que el VERBO habite en nosotros y Él nos dirá: tus pecados te serán perdonados, levántate y anda.
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María Eugenia Rojas Alegría
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4/06/2020 08:27:00 p. m.
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Hubo un tiempo
domingo, 15 de marzo de 2020
Navidades en La Paz, Bolivia
La Navidad es una época de momentos bonitos y las historias que nos cuenta mi abuelita son sorprendentes, ella recuerda cómo eran sus Navidades en La Paz, Bolivia.
Nos cuenta que la celebración de la Navidad, llegó a Bolivia en la colonia con los españoles y poco a poco las costumbres fueron cambiando.
Cuando era niña, el 24 de diciembre se tenía listo el “nacimiento” donde toda la familia participaba en su arreglo, en esa época no ponían el árbol.
La cena de celebración, consiste en un plato tradicional de Bolivia llamado “picana”, muy sabroso que incluye carne de pollo, de res, de cordero, patatas, choclos (maíz), pasas, tunta (patata deshidratada), zanahorias, nabo, ají verde, cebollas, vino, orégano, perejil, apio. Y para el postre tenían buñuelos con miel, alfajores, turrón, chocolates, panetón de Navidad, todo muy rico.
En casa de los padres de mi abuela, que son mis bisabuelos, la Noche Buena, siempre estaba lista para recibir a toda la familia y vecinos que se unían para cenar todos en una gran mesa y cuando tocaban las campanas dando las doce en punto (media noche), empezaban a explotar los “cohetillos” o petardos, anunciando el nacimiento del niño Dios, todos se abrazaban, se felicitaban y brindaban por el nacimiento de Jesús y se preparaban para recibir a unos grupos de niños que salían esa noche para adorar al niño Manuelito.
Éstos niños llevaban ponchos y gorritos de muchos colores llamados “lluch'us” que tienen puntas largas y caen sobre las orejas tapándolas, ellos muy alegres, cantaban y bailaban villancicos, tocando bombos, zampoñas y tambores pequeños, delante del nacimiento y luego todos les acompañaban en su canto y en su baile.
Cuando terminaban su actuación, mis bisabuelos les obsequiaban caramelos, pasteles y en una hucha les ponían dinero y así esos grupos de niños iban “adorando al Niño” casa por casa.
Mi abuela y sus primos ya querían que se terminasen los villancicos, porque después de los estos se abrían los regalos, pero antes de recibir el regalo cada uno debía cantar y bailar frente al nacimiento, así se “adoraba al Niño”, lo hacían grandes y pequeños.
Mi abuelita también nos cuenta que los campesinos del altiplano boliviano, celebraban su Navidad construyendo el pesebre y las figuras del nacimiento hechas a mano, lo hacían con madera, paja y barro.
Los niños campesinos no recibían juguetes comprados, como los de la ciudad, sus papás fabricaban cochecitos de madera o de latas de conservas y también algunas figuras hechas con arcilla rojiza, en eso consistían sus regalos de Navidad, tampoco había cena especial, pero los niños disfrutaban felices de sus regalos que esperaban con mucha ilusión y los compartían entre ellos con gran alegría.
Han pasado ya muchos años de esta hermosa etapa de la vida de mi abuelita, me gustó mucho cómo celebraban la Navidad.
Pero me da tristeza los niños campesinos, porque, aunque sus padres tenían carencias económicas, los niños eran muy felices recibiendo los juguetes hechos con latas de sardinas y las figuras de arcilla que compartían todos felices en el juego. Los niños del campo nunca pedían a sus padres los juguetes comprados en la tienda.
Así mi abuela, nos enseñó que comprar cosas caras o de capricho no nos hace más felices, recibir las cosas más sencillas, es sentir el amor con que nos regalan un juguete hecho a mano y lo más importante es compartir.
© María Eugenia Rojas Alegría
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María Eugenia Rojas Alegría
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3/15/2020 11:54:00 p. m.
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Etiquetas:
Bolivia,
Navidad en La Paz
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