viernes, 26 de agosto de 2011

La historia de Mariela

Mariela, una muchacha alegre, jovial muy simpática, tenía un puesto ejecutivo en una empresa muy importante del país. En ese trabajo conoció un chico muy amable, gentil, era considerado como muy buena gente entre sus amigos, se llamaba Alejandro.

Entre encuentros al marcar la tarjeta y a la salida del trabajo, surgió una cita. Iniciaron una bonita relación que poco a poco fue creciendo hasta llegar a ser la pareja perfecta de dos corazones enamorados, sus amigos en parte sentían envidia por ese amor.

Así pasaron cuatro años de maravillosa relación, hablaron varias veces de matrimonio, pero nunca llegaron a fijar una fecha.

Un día, un X amigo de Mariela, le comunico haber descubierto un grave secreto de Alejandro, este amigo le pidió tener un encuentro a solas, puesto que los enamorados nunca se separaban, ella aceptó con mucha curiosidad y a la vez temor por lo que su amigo sabia.

Mariela salió de su oficina con un buen pretexto, le dijo a Alejandro, que iba a hacer una gestión urgente para su jefe, así no habrían preguntas ni sospechas.

La cita fue en un café muy discreto y tranquilo, el amigo empezó diciendo:

-  Mariela, lo que tengo que decirte es muy grave, lo he comprobado antes de comunicártelo, porque sé, que no me lo vas a creer. Quiero que me escuches atentamente y manteniendo la calma, estás de acuerdo?

-  Si, aunque estoy muy nerviosa, pero tendré calma, cuéntame.

-   Hace tiempo, una amiga me preguntó si Alejandro tenía una relación seria contigo, yo le dije que sí, que incluso están pensando en casarse y pregunté a que venía eso, entonces dijo ella: Que raro porque Alejandro está casado, tiene dos hijos y viven juntos.


Se hizo un silencio, Mariela se quedó pálida con los ojos bien abiertos, no reaccionaba.

El amigo, le tomó las manos y se las apretó y dijo:

-  No quiero ser cruel, pero tampoco quiero que te hagan daño. Fui con esa amiga y verifique que efectivamente el vive con su esposa y sus hijos, Alejandro está casado, yo hable con su mujer y me lo corroboró, él está jugando a dos ases, es un miserable.

-  Eduardo, amigo… muchas gracias por decírmelo, pero no lo puedo creer, si somos una pareja enamorada, sin tapujos y todos nos conocen… pero como puede él mostrarse así? No lo puedo creer…

-  Mariela, te doy su dirección, su teléfono, todos sus datos y verifícalo tú misma, ese desgraciado es un mentiroso y te está perjudicando, tu mereces ser feliz con un hombre honesto y sincero.

-  Gracias Eduardo, tomaré nota de todos esos datos y te pido un favor, no digas nada a nadie, ya te comentaré yo mi decisión, por el momento deseo pensar muy bien y quiero ahora estar sola…


Mariela, retornó a su oficina, hizo un gran esfuerzo para no llorar, no quería que nadie la viese sufriendo ese gran dolor, sintió que el mundo se le venia abajo, pero tuvo que disimular y lo hizo con gran entereza.

Era miércoles, llamó a su buen amigo Eduardo, le pidió hacer una llamada telefónica, para ella oír la voz de su rival, diciendo “…soy la esposa de Alejandro…” 

Con ganas de gritar y brotando de sus ojos  lágrimas incontenibles, se cubrió  el rostro, lo había confirmado una vez más.

Ella se contuvo, simplemente dejaba pasar el tiempo como si nada hubiese sucedido, llegó el viernes, como ya era costumbre la pareja y sus amigos fueron a cenar y luego a la discoteca, cuando llegó la hora de retirarse, Mariela invitó a Alejandro a pasar la noche con ella, el no se negó, mas por el contrario, se lo agradeció.

Marcharon para la casa de ella, se pusieron cómodos, escuchando su música preferida, el había servido whisky para brindar, se pusieron a bailar, él le decía hermosas palabras de amor, pero ella no dejaba de pensar en lo que él escondía.

Mariela le dijo que iba a ponerse cómoda, que le esperase.

Cuando retornó, traía el teléfono en la mano y dijo:

-      Alejandro, mi amor, tienes una llamada…

-      Pero cómo, a esta hora? Quién es…

-      Responde tú mismo para averiguarlo…

-   Hola? Hola!!... Pero cómo… Cómo sabes tú este número, para que me estas llamando, que es esto…!!!


Mariela, había llamado a la casa de Alejandro, cuando contesto la esposa,  le dijo que aguardase un momento, que iba a comunicar.

Al escuchar la breve conversación, corrió a su dormitorio, con un llanto incontrolable, se había roto su corazón en mil pedazos, el amor de su vida, era un vil mentiroso. 

No quiso saber nada más de él, aunque Alejandro le dijo, que ya estaba en trámites de divorcio, que no le había dicho antes su verdad, porque no quería que ella terminase con él por ese motivo.

MORALEJA

Aunque la verdad sea muy dura, hay que decirla, así se pueden remediar muchas cosas antes de perderlas y evitando cometer daños irreparables.

Maria Eugenia Rojas Alegria



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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que cuentas aqui es algo bien cotidiano y me alegro que mariela le diera esa leccion.
Bellos tus cuentos.
Irene

Roque dijo...

Me gustan mucho tus blogs, eres una artista y el contenido esta lleno de ternura y amor.